lunes, 23 de septiembre de 2013

Entre el final

Publicado por KerthyLigth en 20:15 0 comentarios

Resumen: Twitter, Facebook y el noticiero afirman la llegada sobre un meteorito a la ciudad.
Es el último día de su vida y no sabe si perdonarlo o no ante saber aquella traición que creía nunca pasaría.

–Sabía que estaba contigo y no le importaba, en cada fiesta me emborrachaba porque sabía que así no podía poner resistencia ante ella y entonces un día común se me acerco y me dijo todo lo que habíamos hecho hasta ahora mientras yo permanecía ebrio

TxB


Rated: G
Categoria: Slash 
Personajes: Bill KaulitzGustav SchaferJorgOriginal FemeninoOriginal MasculinoSimoneTom Kaulitz
Género: RomanceTwincest No RelacionadoUniverso Alterno
Pareja Principal: Bill/Tom
Pareja Secundaria: Bill/Original Femenino


(Por Tom)
Hoy me desperté con ganas de darle vuelta a la página y empezar de nuevo, pero no fue así. No pensaba que realmente fuera el final, no solo de mis relaciones amorosas, si no el final de todo.

Mientras miraba mis lagrimas caer frente al espejo, se empezaron a disparar miles de noticias, mensajes vía celular, publicaciones en Facebook y Twitter y llamadas a mi casa; eran familiares preocupados por el suceso. ¿Qué iba a pasar?: Un meteorito iba a chocar contra la tierra, ¿Acaso era el fin?

Al principio no lo creí, no hasta ver como mis padres asentían al verme.
En ese instante mi vista se quedo fija, proyectándose frente a mi toda mi vida, todos los momentos que viví, buenos o malos, un futuro que había planeado pero, ya daba igual. En quien primero pensé fue en él, en Bill. Recordar cómo nos conocimos, en aquella clase de física que casualmente ambos odiábamos y por supuesto no entrabamos. Él era de mi clase, nunca lo había visto, no como ese día en el patio donde solamente estábamos él y yo.

Aún recuerdo su sonrisa al saludarme, y mi sonrojo al extenderle mi mano. ¿Quién diría que semanas después sería el amor que creí inexistente?... Lo recuerdo como si hubiera sido ayer.

Flashback
Yo era un chico callado, rebelde pero callado. Él todo lo contrario, era explosivo, hacia cual desastre se le diera en gana, no le importaba si lo cachaban fumando, era espontaneo y eso me gustaba. Cuando comencé a salir con él agarrados de la mano, deje ser invisible –para algunos– pero eso a mí no me importaba, yo solo lo quería a él.
Una sonrisa se me vino a la mente cuando me enseño como vivía; rodeado de chicos ‘rebeldes’ como él, con chaquetas de cuero y cigarrillos en sus bolsillos escuchando música ‘vieja’, como la llamaban.
Cada noche se reunía con su grupo de amigos a beber cerveza y contar anécdotas simples.
Fin de flashback.

 Suspire volviendo al presente.
Lo primero qué se me vino a la mente era pasar este día con mi familia, sin embargo también deseaba vivir este momento con mis mejores amigos: Gustav, Andreas y Jeffrey haciendo miles de tonterías que no me atreví a hacer nunca, quizá me hubiera dado otra oportunidad con él, quizá me hubiera escapado a esa fiesta –como siempre lo hacía cuando Bill y yo éramos novios–, pero hay una cosa que arruina este momento: El hubiera.  El hubiera no existe.
De algo que si estoy seguro es que me hubiera sentido afortunado de pasar mi último momento con él, si, aunque me haya defraudado, engañado y pisoteado. Admítelo Tom –me dije a mi mismo– aún lo amas. Ganas de decirle lo que siento a cada momento, aunque probablemente él ya lo sabía desde el inicio, sabía que era todo para mí, que daría todo. Y entonces lo recordé nuevamente…

Flashback:
Caminaba directamente a los casilleros en busca de mis cosas para regresar a casa, era de noche, el idiota del profesor de física me había mandado a llamar para pedir una explicación a las miles de faltas injustificadas, Bill quien había escapado de la escuela dos horas antes para ir a una fiesta no fue reñido como yo. Pero un simple “problemas en casa” basto para escapar de ahí, no sin antes dejarme  trabajos extra para entregar a la semana siguiente.
Con sigilo cerré mi casillero, era probable que fuera el único estudiante aquí, así que sin esperar más me dirigí a la salida de la preparatoria.
Cerré la puerta con lentitud y camine hacia el patio trasero, me daba inquietud ver el instituto vacío, sin nadie cerca y entonces paso, vi a Stefanny acorrala por mi novio contra la pared, estaba sonrojada y sin duda le coqueteaba, no supe como procesar eso y sutilmente me acerque un poco más.
–¿Y entonces?–habló él muy cerca de los labios de la chica
Bill sonreía, ajeno a mi presencia. Se alejo un poco para sacar un cigarrillo y encenderlo antes de llevarlo a sus labios y tomar la primera calada.
–Eres demasiado atractivo, Trumper, no me desagradaría pasar una noche contigo, y lo sabes –respondió insinuante, mientras relamía sus labios. Era una puta.
–Sé lo que soy, gracias –río él.
Podía verlos y escucharlos claramente, mis labios temblaron. –Eres un puto –solté sin más, apretando mis nudillos. Y entonces recibí su atención.
–Tom –Lo oí mirando su cara de asombro, se alejo de la chica sin escuchar sus protestas y fue directo hacia mi –¡Tomi! –grito cuando yo salí corriendo, antes de que él me alcanza.
Fin de flashback.

Tome mi chaqueta y junto a mi padre Jorg, mi madre Simone y mi hermana mayor Laury, salimos hacia la calle y vimos a miles de personas corriendo sobre la acera, algunos rezando, otros robándose cosas. Era el caos, puesto a que el control de la ciudad había acabado,  muchos de mis familiares llegaron a casa. El acuerdo era pasar el mejor día en familia, a pesar de las indiferencias que había, eso ya no importaba.
La noche llego, eran las 20:00 hrs. En aquel momento nos despedimos todos con un abrazo,  mi madre se acercó y beso mi frente
–No tengas miedo –yo solo la mire, con un nudo en la garganta, de esos qué no puedes ni hablar. Nunca podré olvidar sus palabras –esto no es una despedía mi niño, tranquilo, cierra tus ojos. Te prometo que nos veremos pronto. –finalizando susurrando muy cerda de mi oído.

Al igual que mi familia, fui a mi habitación, en ese instante me dije –«¿Por qué no hacer todo lo que siempre he querido, o bueno al menos algunas cosas?»  Tome el móvil y le marqué a mis mejores amigos, muchos de ellos patinan y eso fue lo que fuimos hacer: ‘patinar’.
Salí por la ventana, no fue mucho esfuerzo, mi habitación estaba en la planta baja, con cuidado huy con mi patineta.
Camine sigiloso por las calles montado sobre la tabla, era una de mis cosas favoritas, no me importaba si me veía bien o mal aún con mis ropas holgadas.

Patinando sobre las calles, sintiendo la brisa sobre mi cuerpo, rosando mis cabellos con el viento yendo a una velocidad perfecta para sacar un kickflip, en ese momento ya no había ni un pasado o un futuro, sólo un presente que valía la pena aprovechar. Y de nuevo Bill aparecía en mis pensamientos.
Con mis amigos, nos sentamos en la banqueta, todo era como un día común entre nosotros, nadie hablo de lo que iba a pasar, sólo disfrutamos el momento con una cerveza muy fría acompañada de un buen viaje.
Llego la hora de despedirnos, nos abrazamos muy fuerte y nos dijimos lo muy importantes qué éramos y qué esto no era el fin, sólo era un nuevo comienzo.
–Enano –Dijo Andreas abrazándome, yo me limite a sonreír y corresponder el abrazo
–Me encanta cuando estamos así, con este ambiente, hermanos –habló Jeffrey sonriendo con sus ojos cerrados
–Fue un gusto, colegas –sonrió Gustav mirando las estrellas

2:00 am. Entre a mi casa, revise qué todos estuvieran dormidos, sonreí al recordar a mi madre decir que actuaríamos como si nada, para así morir haciendo lo habitual, sin sufrir porque estaríamos durmiendo. Entonces fue cuando me dirigí a la azotea, no aguante más, miles de lágrimas bajando por mi rostro imparablemente, me senté en la orilla de la marquesina, era el momento, solo era cuestión de esperar, en eso recibí un mensaje, era él. Su nombre plasmado en la pantalla cristalina del móvil, su mensaje decía:

“te amo, perdón por ser un cobarde y no decirlo antes, se qué es demasiado tarde, pero sabes, si vamos a morir quiero que sepas que fuiste y serás a la única persona a quien ame y sigo amando de verdad.”

 Al terminar de leer aquello, mi vista se quedó impactada en aquel cielo, lleno de tanta rabia que parecía nunca acabarse, sentí cómo me estremecía, como si todo el fin del aquel mundo se impactara sobre mí.

Flashback.
Esta tarde había llegado un poco más retrasado al colegio, no me apetecía nada ahora, no después de lo que había visto. Ahora solo quería evitarlo a él, porque sabía que ya todo había acabado. Tome mis libros y me dispuse a ir al salón.
–Tom, espera –lo escuché. Como siempre, me encontraba.
Fingí no escucharlo y retome mi camino, hasta que sentí su mano sobre mi hombro.
–Todo lo que paso, yo… Lo siento, te amo –explico, las palabras no le salían, lo sabía
–Lleva tus explicaciones a otra parte –le corté para seguir con mi camino
–Se se que hice la peor mierda del mundo pero… Si me dejas explicar, créeme que tengo una razón.
(*****)
Estaba frente a él ante la brisa de la noche. Le había dado solo una oportunidad de explicarme lo sucedido con Stefanny, aunque no quería escuchar como se había burlado de mi todo este tiempo. Era mejor esto a estarlo soportando hasta acceder.
–Bien, ahora dime lo que tanto querías decirme, no tengo toda la noche –hablé antipático. El asintió sin mirarme
–Todo comenzó en una fiesta con mis amigos, ella asistió y no me quitaba la mirada de encima, yo no le hice caso porque en serio te amo
–Sí, claro –contesté sarcástico– ¿Qué más?
–Después de varios tragos conversamos, le dije que solo hablaríamos en las fiestas, solo ahí –asentí, en ese instante recordé que nunca lo había visto charlar con ella, excepto ese día que se encontraban escondidos en la orilla del patio– pero las cosas cambiaron, sabía que estaba contigo y no le importaba, en cada fiesta me emborrachaba porque sabía que así no podía poner resistencia ante ella y entonces un día común se me acerco y me dijo todo lo que habíamos hecho hasta ahora mientras yo permanecía ebrio
–¿Y después? ¿Accediste a tener sexo con ella mientras estabas sobrio? –respondí brusco
– No, pero dijo que lo conseguiría –respondió aún sin verme– pero los días siguientes a ese me citaba donde nos encontraste ayer, me coqueteaba y entonces un una noche me dijo que no le importaba si estaba conmigo, que preferiría ser la segunda a no tener nada conmigo, entonces yo acepte, porque sabía que estaba consciente de que te amo y jamás dejare de hacerlo
–¿Te gusta? –pregunte sintiendo algo dentro de mí que se partía
–Te juro que nunca la trate como a ti, porque ella sabe que no saldrá del papel de unas cuantas citas y ya
–Pregunte que si te gusta –repetí dolido
–No me gusta ella, me gusta la atención que me daba
–¿Insinúas que nunca te puse la debida atención y la buscaste en una mujer cualquiera? –contesté indignado
–No me refiero a eso, solo te amo a ti, a nadie más… Déjame amarte nuevamente
–Yo… no lo sé –fue lo único que dije, lo amaba pero no sabía qué era lo correcto hacer.

Fin de flashback

Cuando al fin logre girar mi cabeza, estaba él. No hubo tiempo para las palabras, sólo nos besamos y abrazamos muy fuerte, y a continuación un crujido bastante fuerte impacto sobre la Tierra junto con una luz muy brillante sobre nuestros rostros que parecían estar destinados a tener un momento de felicidad. En segundos, Se acabó todo.
Tal vez en la muerte si estaríamos juntos.

lunes, 9 de septiembre de 2013

Ilusión - capitulo 29

Publicado por KerthyLigth en 11:27 0 comentarios
Tres días y aún no había rastro del pelinegro ni Thomas, ni una llamada o una imagen de ellos dicho  por algún ciudadano de la ciudad. Nada, como si la Tierra hubiera acabado con ellos.

–Debemos terminar con esto, darle una pausa o algo. La vida de este hospital no se detendrá por esto  –mintió con una mueca de angustia. No lo quería notar–  ¿Puede darme las notas del día, Flor?  –preguntó mirando a la enfermera.
Ambos sentados, uno frente al otro en la cafetería del psiquiátrico para empezar las labores del día, cada uno con un café junto a ellos.
–El paciente 709, su tratamiento fue inconcluso debido a todo esto  –bufó ella
–Ahora me acuerdo  –asintió recordando al paciente Dennis–  anteriormente, cuando Thomas estaba aquí, había hecho una cita al señor Víctor, su padre  –ante eso, la enfermera reviso la agenda física que traía con ella
–Sí, él nunca contesto a esto. Lo llamare nuevamente para hacer una cita lo antes posible  –contesto leyendo los pensamientos de su jefe. Ante esto, se levanto y salió del recinto

Después de que el doctor terminara su desayuno matutino, fue directo hacia su oficina con temor, de nuevo las facturas.
(……)
Thomas sonreía de oreja a oreja ante lo que veía: un pequeño pelinegro vistiendo su misma ropa. Esta era un poco más chica, debido a que tenía años con esos pantaloncillos y playera guardados, no se le daba el tirar lo que ya no usaba.
–Te pregunte cómo me veo, no es para que te burles de mi, Thomi  –refunfuño el chico, fulminándolo con la mirada, con un toque rosado en sus mejillas, admitía que daba solo un poco de gracia.
–Ya, ya, perdona que ha sido adrede  –río un poco mas ante la mirada del menor–  eso no quiere decir  que te veas feo. Ya es hora de irnos
–¿Seguro que tu padre nos ayudará? No quiero que crea que realmente estoy loco o mucho peor  –negó muchas veces, Thomas se limito a reír
–Yo debería de ser el nervioso en este caso, no te asustes, puedes confiar  –En ese momento el pelinegro sonrío, sabía que podía creerle.

Ambos salieron de la pequeña cabaña con un estilo diferente al cual habían llegado, era para protegerlos a ambos, dijo Thomas. Él que usaba ropa mucho muy grande y holgada, vistió contrario a eso y Bill, él con ropa ancha.
Caminaban sobre la orilla de un parque, después de que el pelinegro había rogado por ir caminando aunque sea un poco, el de trenzas acepto, sabía que su acompañante deseaba volver a caminar por la ciudad. Con temor tomo su mano, Bill la apretó, se sentía bien en ese momento.
El aire comenzó a soplar un poco más, haciendo que ambos jóvenes sintieran sus cabellos bailar al ritmo de la brisa de la tarde. Bill sonreía, se sentía tan libre, tan bien. Alzo sus brazos como un avión, sintiendo el viento rosar cada parte de su ser, era increíble. Comenzó a correr aún con sus brazos extendidos y el viento sobre él.
–¡Vamos Thomi, se siente increíble!  –animo hablando, corriendo sobre la brisa contra su cuerpo  rosando cada parte de él.
Thomas sonreía al ver aquella imagen: inocencia, alegría, bienestar. Quería sentirse así de bien como él, tan libre como un pájaro. Sin pensárselo más, extendió sus brazos imitando al pelinegro.
Corrío hasta alcanzarlo y sonreírle, se sentía tan jodidamente bien.
(……)
Citlaly cada vez estaba más enojada. Desde la última platica que tuvo con su novio, este no le había llamado o contestado las llamadas, sabía que si no se arreglaba esto, perdería absolutamente todo. Fue sacada de sus pensamientos al ser mandada por Flor quien le ordenaba implantar sueros a los pacientes del 2º piso. Con resoplo asintió.
–Maldita, yo debería ser quien te ordene –susurro cuando la mujer ya se había ido
En eso estaba hasta que el sonido de su celular la saco de orbita. Un mensaje.
«Necesito las nuevas facturas y el demás papeleo, ahora. Sabes dónde estoy» Leyó en sus pensamientos aquel mensaje, de nuevo ordenándole, solo para eso la contactaba.

Al terminar la revisión de los pacientes, se dirigió a paso lento hasta la oficina de Franklin, pidiendo porque este no se encontrará ahí. Al llegar sonrío, sus plegarias habían sido cumplidas, sin tardar mucho saco los documentos, sabía a la perfección donde estaban  y salió con sigilo.
Esperaba que al final, algo bueno de todo esto fuera para ella, en verdad lo esperaba.
(……)
–Te quiero  –dijo con firmes
–Yo también y lo sabes  –sonrió con sus ojos cerrados.
Después de correr por aquel parque ambos decidieron tomar un descanso sobre el pasto y después tomar el bus.
–No. Te quiero enserio  –volvió a decir–  me he enamorado  –afirmo pensativo.
 Enamorarse, un sentimiento que a veces era mejor ocultar. Como supuso, Bill no dijo nada al respecto.
Ladeo la cabeza viendo como su compañero mantenía los ojos fuertemente cerrados, aún era muy joven, no debió decirlo.
–Yo… Nunca me he enamorado ni nada de eso, pero al estar contigo me siento distinto; me siento alejado de todo ser dañino para mí, no importa si es aquí afuera o en el hospital, siento esa protección que me transmites y me gusta.  –comenzó a decir, levantándose del pasto para mirarlo, lo cual hizo que él otro lo imitara–  No sé si sea amor, me da miedo descubrirlo pero, no quiero que te alejes de mí.  –el mayor asintió, sabía lo que respondería, haría todo por entender.
–Tal vez es mejor olvidar esto, me refiero, a lo que dije  –opto, mirándolo fijo
–Tampoco quiero eso. Me gusta cuando me dices que me quieres, me gusta sentir esa protección, ese cariño tan tuyo, solo para mi…  –contestó con un poco de pena, realmente no sabía si sentía lo mismo que Thomas, pero lo descubriría, no quería ver a su ‘doctor’ triste.
–Vamos, es hora de levantarnos, a hora si vamos con mi padre, sin retrasos  –habló con un poco de burla
(*****)
Bajaron del bus con nervios, Bill porque tenía miedo de lo pudiera pensar el padre de Thomas por haberse fugado de un psiquiátrico y este, porque conocía a su padre.
El de trenzas sentía la tención de aquel momento, tomo la mano del chico apretándola un poco –No pasa nada, ¿de acuerdo?  –ánimo, viendo al pelinegro asentir–  vamos
–Vengo a ver a mi padre  –habló el mayor dirigiéndose a la secretaria, ella con una sonrisa lo reconoció–  no hace falta que lo comuniques, soy su hijo  –demando cuando la chica estaba dispuesta a avisar al empresario
–De acuerdo  –contesto no tan segura de si  –pueden pasar
La puerta del despacho se abrió con lentitud, el de trenzas se adentro para mirar un poco.
–Padre  –saludo al sentir la mirada del hombre sobre él
–¿Qué haces aquí? ¿Por qué Nathalia no me aviso?  –pregunto al solo escucharlo. Thomas se adentro con el pelinegro detrás de él
–Vine a pedirte ayuda, necesito de ti…  –sentado frente a su padre habló con un tono de suplica
–¿Cuándo me ibas a decir de esto?  –interrumpió sacando el periódico, él estaba en el estelar: “Doctor Kaulitz huye con paciente peligroso”
–Padre  –fue lo único que dijo, no sabía exactamente cómo enfrentarlo
–¿Qué hiciste?  –volteó a ver a Bill por escasos segundos antes de mirar nuevamente a su primogénito  
–Esos malditos mantenían a Bill contra su voluntad sabiendo que no está loco  –dijo eufórico, él era el único con quien podía contar en este caso
–¿Y pretendes que yo te ayudare con eso?  –Preguntó sabiendo lo obvio– Me lo suponía  –respondió al no escuchar respuesta por su hijo
–Si te tranquilizas, podremos contártelo paso a paso. Solo escúchame  –pidió mirándolo fijamente
Ambos chicos sonrieron al ver asentir al hombre. Su padre además de ser empresario era un gran abogado.
(……)
–¿Sabes que estás despedida, cierto? –comenzó Franklin la charla
–Cierto y lo siento mucho, creí que decía la verdad, que los sentimientos de esa noche eran reales y  –bufo–  da igual, fue mi culpa  –inclino sus hombros
–Cometiste algo muy serio, creí que por tus años y profesionalismo no pasaría algo como esto, menos contigo. Recoge tus cosas y ve a la planta baja, te darán tu ultimo cheque  –ella se limito a asentir, ¿para qué discutir? No lograría nada
La enfermera, devastada fue hacia su casillero para tomar las cosas que le pertenecían y de ahí a su ultima paga.
(*****)
Citlaly charlaba con David en una cafetería poco visitada, ambos con un café frío, la tensión se sentía desde lejos.
–¿No me dirás nada? Creí que por  lo que he hecho por ti, merecería algo  –habló la morena después de varios minutos en silencio.
Esa tarde se había librado de sus compañeros del trabajo para ir hacia donde su novio le había dicho. Al llegar se acerco para besarlo pero él la esquivo, jamás le habían hecho algo parecido. Fueron al lugar de siempre, este demando los papeles y ella  se los dio sin reprochar.
–¿Después de lo que y tus amiguitos han hecho? Por favor  –respondió cortante,  viendo los papeles
–Sabes que no me gusta que estemos así, cariño  –hizo un leve puchero después de unos minutos
–Y  a mí no me gusta que el estúpido de mi hijastro se haya escapado con el imbécil del enfermero. Ni siquiera pudiste seducirle, ¡nunca puedes hacer nada bien!  –le grito, haciendo que las pocas  personas ahí presentes recibieran su atención
Ella traro de ignorarlo, de no permitir que las lagrimas que  luchaban por salir, lo hicieran. Entreabrió los labios emitiendo un pequeño gemido de frustración y dolor.
–Dije que no es mi culpa  –respondió apretando sus labios un poco
–Mira linda, si me vas a contradecir, mejor lárgate  –respondió sin saber que ella estaba a punto de llorar.
Aunque la viera, no le iba a importar, porque sabía que la chica siempre estaría tras de él, como la mujer ingenua  que era.
–¿Sabes qué? Mañana vas a mi oficina, te daré lo nuevo papeles –sonrió levantándose del asiento, dejando un poco de dinero. No le afecto en absoluto oírla gritar su nombre un par de veces, porque después de todo, solo la necesitaba para esto.
Citlaly quedo estupefacta, ¿cómo pudo enamorarse de él? Tal vez, solo tal vez si hiciera algo para lograr los objetivos de su novio, él la perdonaría y serian felices.
(……)
–¿Estás seguro de lo que me dices?  –preguntó mirando fijamente al pelinegro
–Ya te hemos dicho que si, padre  –contesto un poco alterado
–Le pregunto al chico, Thomas –contestó firme  –¿Entonces?
–Sí, es cierto. Tiene que creerme  –apretó sus nudillos, estaba desesperado
–¿Y sabes que nadie te cree, a excepción de mi hijo?  –volvió a preguntar mirándolo fríamente
–Lo sé, pero como le dije antes: yo no estoy loco y si no me creen, lo probare  –sentenció.
–Está bien, tomare tu caso  –contestó mirando a los chicos sonrientes
–Gracias padre  –emitió sincero
–Pero no sera nada fácil  –encorvo sus labios hacia abajo–  esto es algo muy complicado. Además necesito información tuya, como son tus papeles de nacimientos y demás cosas que confirmen quien eres
–Ehh… –Volteó a ver a Thomas–  mi padrastro tiene todo eso y… No lo he visto en años, él fue quien convenció a mi madre a  enviarme aquí. No puedo ir, no puedo verlo  –negó varias veces recordando pequeños recuerdos del pasado
–¿Sabes quién es el culpable? Chico, tienes que contarme todo sobre tu llegada al psiquiátrico  –habló mirando al menor
–Él… David y mi madre se casaron cuando papá murió. Mi madre heredo toda la herencia de papá. Cuando yo sea mayor será mío  –sonrío con disgusto–  él invento que yo estaba loco solo por tener pesadillas, pesadillas que él mismo causo  –Thomas abrió la boca emitiendo una “o” en voz baja  –siempre decía que me odiaba, que era demasiado lindo para ser hombre  –comenzó a sollozar–   algunas veces iba a mi habitación por las noches…
–¿Te hizo daño?  –preguntó asustado, interrumpiendo al más joven

–Solo daño emocional, siempre que iba a verme me decía cosas parecidas, decía que estaba loco, que él haría todo para sacarme de ahí. Una noche fue a mi habitación, mamá no estaba  –comenzó a narrar–,  entonces me jalo hacia él, como a veces acostumbraba, yo no me deje, así que me rasguño, lo hacía mientras me decía cosas demasiado crueles, decía que era un idiota, que no debí haber nacido, que nunca encontraría a alguien que me quisiera. Dijo que me haría desaparecer de su vida y la de mi madre  –sollozó aún más. Thomas no pudo ante tal escena y lo abrazo con tal fuerza, para que el pequeño sintiera que él si lo quería y haría todo por estar con él, aunque estuviera loco o no. 

sábado, 7 de septiembre de 2013

Ilusión - capitulo 29º (adelanto)

Publicado por KerthyLigth en 21:21 0 comentarios
El aire comenzó a soplar un poco más, haciendo que ambos jóvenes sintieran sus cabellos bailar al ritmo de la brisa de la tarde. Bill sonreía, se sentía tan libre, tan bien. Alzo sus brazos como un avión, sintiendo el viento rosar cada parte de su ser, era increíble. Comenzó a correr aún con sus brazos extendidos y el viento encima de él.
–¡Vamos Thomi, se siente increíble! –animo hablando, corriendo sobre la brisa contra su cuerpo  rosando cada parte de él.

Thomas sonreía al ver aquella imagen: inocencia, alegría, bienestar. Quería sentirse así de bien como él, tan libre como un pájaro. Sin pensárselo más, extendió sus brazos imitando al pelinegro.
Corrío hasta alcanzarlo y sonreírle, se sentía tan jodidamente bien. 

(*****)

–Tal vez es mejor olvidar esto, me refiero, a lo que dije –opto, mirándolo fijo
–Tampoco quiero eso. Me gusta cuando me dices que me quieres, me gusta sentir esa protección, ese cariño tan tuyo, solo para mi… –contestó con un poco de pena, realmente no sabía si sentía lo mismo que Thomas, pero lo descubriría, no quería ver a su ‘doctor’ triste. 

(......)

–Y  a mí no me gusta que el estúpido de mi hijastro se haya escapado con el imbécil del enfermero. Ni siquiera pudiste seducirle, ¡nunca puedes hacer nada bien! –le grito, haciendo que las personas ahí presentes recibieran su atención
Ella traro de ignorarlo, de no permitir que las lagrimas que  luchaban por salir, lo hicieran. Entre abrió los labios emitiendo un pequeño gemido de frustración y dolor.
–Dije que no es mi culpa –respondió apretando sus labios un poco
–Mira linda, si me vas a contradecir, mejor lárgate –respondió sin saber que estaba a punto de llorar.
Aunque la viera, no le iba a importar, porque sabía que ella siempre estaría tras de él, como la puta que era.

lunes, 2 de septiembre de 2013

Volverte a ver - capitulo 6º

Publicado por KerthyLigth en 17:33 0 comentarios
Ya había pasado otra semana y en esta no había ni una palabra o acercamiento por parte de Tom a su ex novio y esto al pelinegro le asustaba.



—Ya te dije que vayas a hablar con él, así no lograrás nada— hablo Gustav frente a él.


Ambos estaban en el patio de la escuela puesto a que no tenían clase, en la esquina del patio estaban los amigos de Tom con él, se habían saltado la clase, Geografía no les tocaba a todos en la misma hora.



—Míralo, no sé cómo esta así sin mi— suspiro cansado mirando al de rastas de vez en cuando



—Te dije que te ayudaría y lo haré— sonrió a su amigo, mirándolo 



(......)



—¿Qué es lo que estas tratando de decirme? —Pregunto el más alto a su amigo rubio



—Ya te lo dije, Bill. En la hora del almuerzo vas hacia su mesa, pides hablar con él y lo tratas con suma lindura, como sueles hacerlo— repitió una vez más. Su amigo era difícil de tratar, más si se trataba de ser él quien diera el primer paso en cualquier situación 



—Si así recuperare a Tom, está bien— asintió con los nudillos apretados.



Ambos amigos terminaron su conversación mirando al frente en la clase de literatura.



(*****)



—Por Tom, por Tom, por Tom— repetía en su mente yendo hacia la mesa del susodicho, reía junto a sus amigos, Georg tomaba su lugar sentado junto a su ex novio, suspiro un poco al recordar los momentos en que perdían el tiempo todos juntos, cada quien en sus asuntos pero, todos juntos.



—Tom— artículo llegando a la mesa, logrando obtener la atención de los amigos del nombrado 



— ¿Te puedo ayudar en algo, Bill?— lo mío fijo, sin mostrar cariño alguno. ¿Acaso ya lo había olvidado? ¿Ya no lo quería en su vida, nunca más?



—Me preguntaba si... ¿Podemos hablar un segundo —contesto jugando con sus manos; Tom sabía lo nervioso que se encontraba, se veía lindo así, no lo negaba.



—De acuerdo— asintió levantándose con lentitud siendo mirado por sus amigos que reían burlonamente del chico de rastas —vamos—señalo la salida de la cafetería. El menor asintió caminando a su lado 



Pronto llegaron al patio trasero, acomodados en una de las grandes esquinas.



—¿Y bien? Te escucho —lo miro al hablarle



—Si bueno, yo... —mordía su labio con insistencia, esto era demasiado difícil— siento mucho como me comporte contigo la última vez, no era mi intensión ser así contigo. Tu sabes que te quiero, Tom— lo miro con nervios, ojalá el plan de Gustav funcionara 



—Ya veo, gracias por disculparte pero, no sé qué obtendrás con esto. —habló serio— lo que digas o no, no cambiara nada, me entiendes, ¿verdad?



Eso para el pelinegro fue como un balde de agua helada, no estaba en sus planes escuchar aquello.



—Pero Tom, somos el uno para el otro, ¿por qué simplemente no olvidas lo sucedido anteriormente y seguimos con lo nuestro? —El nombrado sonrió un poco, no era capaz de decirle a su ex novio que ya no soportaba estar junto a él siguiendo sus órdenes por culpa de sus celos innecesarios 



—Podemos ser amigos— le ánimo sonriendo de lado



—Sabes que yo no quiero eso—contesto con un poco de enojo, nada estaba funcionando 



—Eso es lo único que puedo ofrecerte, y lo sabes— el menor bajo la mirada, no podía rendirse ahora, aunque no pudiese hacer nada más 



Ambos en el patio trasero, charlando por última vez o quizá no, el más delgado jugando con sus manos debido a los nervios, tratando de no molestarse y el otro sin saber cómo detener el tiempo tan sólo un segundo para pensar y saber qué hacer.



—Esta bien, seamos amigos— dicho aquello, se dio la vuelta con gran rapidez para dejar al de rastas con grandes dudas.



(......)



—Y entonces, quedamos como amigos—explicaba Bill a su mejor amigo



— ¿Sólo amigos?— pregunto, viendo a su amigo asentir— tal vez no sea tan malo— alzo los hombros



— ¿Tal vez?  Gustav, no sabes nada. Sólo imagínate cómo sería verlo con algún otro chico del instituto, no sabría qué hacer, me enoja tanto —apretó sus ojos al imaginarse a su Tom rodeado de chicos coqueteándole, sus celos crecían aún más 



—Necesitas tiempo, es mejor que sean amigos a simples extraños —lo ánimo 



—Tal vez tengas razón —sonrió un poco más.





(......)



Ya había pasado un mes de lo sucedido, a Bill le costaba trabajo aceptar la amistad del de rastas pero era lo único que podía lograr para tenerlo cerca.



— ¡No puedo creer que nos falte un mes para salir de este jodido instituto!— hablo Brian feliz



Él y sus amigos se encontraban en la cafetería escolar, muchos estudiantes al igual que ellos, se emocionaban, otros hacían sus trabajos finales y unos más se despreocupaban por lo que pasara a futuro.



Después de que Bill y Tom quedarán como 'amigos' ambos con sus propios amigos se empezaban a frecuentar más, como antes. Era este momento en el cual Gustav se unía a ellos  puesto a que sus calificaciones ya las tenían y nada de lo que hiciera ahorita lo afectaría. Más sin en cambio Bill trataba de hablar como normalmente lo hacía, a veces hablaba hasta por los codos, como decían sus amigos; pero entonces se fijó en la amistad entre su ex novio y Georg, era extraña. Georg siempre se ponía frente a Tom para hacerle favores, invitarlo a su casa, presentarle a chicos y chicas, y eso no le gustaba en absoluto.



A su vez, Tom hacia todo para no voltear a ver a Bill entre las clases o las cenas de amigos y Georg le ayudaba presentándole chicas y chicos atractivos, sabía que eso era lo mejor para ambos, no una relación basada en celos.



Brian por su parte aun mantenía una relación con Elena, pero le daba un 'no sé qué' debido a que ambos se inscribirían en universidades distintas y tanto él como ella, querían estar juntos aún después del instituto. Como sus 3 amigos, quería estudiar diseño gráfico.





Demian, el moreno. Con el paso de los meses se volvía mucho más coqueto, no le importaba el olvidar el nombre de sus conquistas después de la primera cita o el primer ‘acostón’, como él lo decía, no le importaba si lo discriminaban por ser bisexual, era el mayor de una gran familia y de sus amigos, le gustaba el control, cosa que había cambiado de los meses hasta ahora pero al igual que todos, esperaba tener una carrera profesional.



(*****)



—Chicos, esta noche a mi casa— hablo Brian quien abrazaba a su  novia sentado junto a ella



— ¿Te has dado cuenta de que es miércoles? —Pregunto Gustav riendo un poco 



—Eso no es obstáculo para tener una tarde agradable, además, ya casi salimos del instituto; no hay tantos deberes —inclino un poco sus hombros 



—Eso es verdad —secundo Tom sonriendo, antes de beber un sorbo de su botella de agua



— ¿Por qué no? Yo también voy —esta vez hablo Georg, eso incómodo a Bill en cierta forma; siempre hablando tras Tom



—Bueno, entonces Gustav y yo igual vamos —contesto mirando de reojo al pelilargo



—Entonces iremos todos a mi casa —afirmo Brian mirando a Demian, este último solo asintió.



Al finalizar las clases, el grupo de amigos se reunió en la explanada del instituto, listo para marchar hacia la casa de Brian.

Su casa era muy bonita, de dos plantas, paredes durazno y con pequeños árboles frutales por doquier. Al entrar se dirigieron a la habitación del anfitrión.



—Tu casa es bonita, felicita a tu madre por mi —río un poco el rubio, tomando asiento en uno de los colchones de la habitación 



—Lo haré —río también a modo de respuesta— voy por unos trados —se alejó con su novia tras el 



Demian, el que más habitaba el recinto; prendió el televisor para poner cualquier película, el pelinegro sentado en la cama veía pequeñas gotas de lluvia bajar desde el cielo, chocando así contra el asfalto. Era otoño quien hacía de las suyas.



— ¿Ya saben que universidad quieren? —pregunto Georg sentado frente a Demian, junto a Tom, los cinco conformaban un círculo para platicar mejor 



—Yo he pedido la universidad Kraschger en licenciatura de físico químico, aún falta que me acepten—  Gustav emitió una pequeña  mueca al decir lo último 



—Yo quiero la universidad Forwerg —prosiguió Tom con una sonrisa— se que ahí quedare



—Esta a tres horas de aquí —señalo Bill 



—Por eso yo también pedí esa universidad, lo tendré en la mira— ante ese comentarios los ahí presentes rieron, Bill sólo fingió una pequeña sonrisa



—Diseño gráfico, ¿cierto? —volvió a hablar el pelinegro 



—Si, de hecho todos nosotros queremos exactamente esa misma carrera— alzo los hombros levemente 



—Yo quiero la facultad de artes plásticas que está aquí cerca, la U.N —sonrió un poco 



(......)



Los chicos y la chica reían, cada uno con un vaso de alcohol que ingerían mientras charlaban de lo que harían en las vacaciones, al salir del instituto.

Canciones resonaban en la habitación que eran difíciles de descifrar ante las risas proporcionadas por los chicos, Bill y Tom se miraban de a momentos pero sabían que nada entre ellos ocurrirá. 



—Juguemos a la botella—dijo de repente Demian, con la botella de licor vacía 



—Demian, eso es de primaria —negó Tom —y déjame decirte que somos puros hombres, a excepción de la “novia” de nuestro amigo— dijo haciendo énfasis en novia 



—Vamos chicos es sólo un juego, además tú —miro al de rastas— Bill y yo somos bisexuales y por los demás, ya dije que es un juego



—Pues yo me uno, ¿Qué pues pasar?— sonrió el pelinegro tomando un sorbo de su bebida 



—De acuerdo, adelante— acepto Brian — pero será verdad o reto, no besare a hombres ni mucho menos dejare que besen a mi novia —todos asintieron 



Demian se acomodo un poco, depositando la botella en el centro, comenzando a girarla con una leve sonrisa en su rostro. La parte delantera de la botella, —la boca— se detuvo frente a Gustav 



—Gustav, ¿verdad o reto? Cabe decir que cuando elijan verdad o reto y este ya se haya dicho, no podrán cambiar de opinión 



—Verdad —dijo sin más 



—¿Nombra a las persona que te atraiga, sea o no del instituto—sonrió, empezaría con lo más fácil 



—Eemm... Me gusta... —miro unos instantes su mejor amigo, este le sonrió —me gusta Shane, la porrista— confeso con sus mejillas rojas 



—Oh, quien te viera, Gus —codeo Brian del otro lado del rubio 



—Bien bien, es mi turno —hablo Gustav tomando la botella apuntando a Elena— ¿Verdad o reto?



—Verdad— respondió mirándolo 



— ¿Cuándo fue la última vez que tuviste sexo con Brian?— todos los ahí presentes soltaron una pequeña risa ante lo preguntado por Gustav— recuerda, tienes que contestar sin rechistar 



—Eeh... —la chica miro a su novio que no pudo evitar soltar una leve carcajada— antier —soltó de repente mirando de reojo a Brian. Todos los chicos emitieron leves sonidos de burla ante su respuesta



Elena giró la botella mientras Brian iba otra botella más grande de cerveza y alcohol. Era turno del pelinegro



— ¿Verdad o reto?—pregunto sonriendo con ánimo 



—verdad— asintió él



— ¿Aún sientes algo por Tom?— los chicos voltearon a verla como si lo que hubiera dicho fuese algo prohibido. Gustav miro a su amigo con insistencia, no sabía qué era lo que diría 



—No, ya no siento nada por él—contesto mirando fijo a la chica, sin ver la reacción de todos, ni de Tom.



—Wow que bien lo superas —sonrió sin burla— tu turno



—Demian... ¿Verdad o reto?



—Verdad —inclino los hombros— vamos, pregunta –sonrío un poco más al ver la nueva botella que Brian traía consigo



— ¿Has fantaseado sexualmente con alguno de tus amigos aquí presentes?— todos soltaron una pequeña risa ante lo dicho



—Uhm si, ¿Por qué mentir? —río 



—Dios, que asqueroso, Demian— dijo Brian en broma. Era turno del moreno y la botella había elegido al chico de ojos verdes



— ¿Verdad o reto?—pregunto mirándolo



—reto, todos son unos gallinas, sólo mírenme—soltó una carcajada



—Te reto a que beses a Tom— en ese momento la sonrisa de todos desapareció —de lengua 



Georg volteo a ver a su amigo mirándolo a los ojos, esperando una respuesta por parte de él, algo que nunca llego. Las demandas por parte de su amigo insistente lo desesperaban, se acerco al de rastas lentamente, aún sin romper el contacto  visual que mantenían, roso sus labios contra los del de Tom; ambos cerraron sus ojos pegándome más hacía el contrario, Georg ladeo la cabeza rosando sus labios contra los de Tom.

Bill los miraba perplejo, no creía lo que pasaba frente a él, no creía que sintiera dolor y celos ante esa escena, no quiso saber más y simplemente se levantó, saliendo de la habitación. 



Los chicos se separaron al sentir el reflejo del pelinegro irse, Tom miro a todos con temor dispuesto a levantarse, estaba confundido.



—No vallas, iré yo a averiguar qué pasa con él— el de rastas se limitó a asentir. —el juego a terminado— hablo en voz alta antes de salir de su habitación 



Brian bajo con rapidez las escaleras, con un poco de torpedad debido a la bebida ingerida con anterioridad.



—Bill, espera— hablo cuando este estaba por marcharse



—Yo lo siento Brian, no quise arruinar la tarde pero tengo que irme —volteo a verlo antes de salir de la casa



(*****)



—Yo pensé que Bill ya lo había olvidado, lo dijo aquí mismo, por esa razón bese a Tom, sólo eso —escucho Brian mientras subía las escaleras 



—Tiene razón, además es sólo un juego, nada de esto importa —contesto Demian mirando a sus amigos para después ver a Brian— ¿Qué sucedió?



—Nada, se marchó— vio asentir a sus amigos 

Ilusión - capitulo 28

Publicado por KerthyLigth en 11:27 0 comentarios
Dos días libre, 48 horas sin estar atrapado en esa blanca habitación, aún no creía lo que había logrado.

Esa mañana había despertado sonriendo, un poco incómodo puesto que descansaba en una cama vieja, tallo sus ojos con lentitud, sabía que Thomas ya había despertado. Aún recordando cómo había llegado a la cabaña mientras se levantaba a saludar a quien lo mantenía en refugio, lejos de los guardias que lo buscaban en la ciudad.


Flashback

—Sigo sin creerlo— sincerizo con una sonrisa en sus labios mientras miraba el pequeño departamento del trenzado

—Créelo y también cree que desde ahora te protegeré, no haré nada contra tuya,  nada en absoluto —hablo acercándose al menor mirándolo firme, transmitiéndole sus sentimientos a base del contacto entre sus miradas

—Thomas, yo... La droga... No sé qué responderte ahora, sé que me ayudas, que te importo pero; no sé qué harás mañana, no se sí me entregarás o te aburrirás manteniéndome para después darme a los doctores nuevamente. No lo sé Thomas —hablo bajando levemente la mirada.

—Juro que lo que paso esa vez en el hospital no fue para hacerte mal, no lo fue Bill— se apegó a a él cuando este se alejó

—Entonces ¿Por qué lo hiciste? ¿Acaso querías hacerme daño? Yo confiaba en ti —al hablar lo hizo con la voz más tierna e inocente, al trenzando le trasmitía un escalofrío que le encantaba

—Esa tarde yo caminaba hacia tu habitación, no sé qué me pasa pero cada día dentro de aquel lugar tu no dejabas de permanecer en mi mente, no sé qué pasa en mí, no se sí es amor o algún deseo hacia ti —tras lo dicho, un leve sonrojo se formó en las mejillas del menor haciendo que Thomas asintiera con gracia— y entonces fui hasta tu habitación, al entrar te vi ahí; tirado entre tu cama y el suelo, te encontré drogado, yo no lo hice, Bill

—¿Estás diciendo que así me encontraste aquella vez? —el de rastas asintió— ¿Quien fue?, ¿acaso lo encubriste?

—no sé quien fue, no lo encubrí, como te dije; me importas mucho, tengo la necesidad de.... Protegerte y lo hice porque pensaron que te había dado alguna clase de ataque de nervios —Bill lo miro boquiabierto— se que no estás enfermó, yo te creo y por eso lo hice

—Perdiste tu trabajo... —guardo silencio un poco, procesando lo escuchado anteriormente

—Por ti— término la frase que el otro no completo, asintiendo

—No sé qué decir, jamás han hecho algo por mi y tu sin conocerme lo has hecho

—Te conozco y sé que me necesitas, lo veo —en ese momento deseo tanto probar sus labios, tan delgados y finos labios

—Te quiero Thomi —sonrió a modo de agradecimiento

—Te quiero —respondió acariciando el cabello del pelinegro acercándose a él, estudiando sus hermosos ojos color café, su nariz tan perfecta, sus mejillas con ese ligero toque rosado, sus labios delgados. Sabía que no podía besarlo aunque quisiera. — Eh bueno... Tenemos que irnos de aquí —sonrió un poco

— ¿Por qué? Me gusta este lugar, es acogedor

—Porque en el hospital tienen mi dirección, ellos me vieron y sabrán que te traje aquí, si no nos vamos pronto ellos nos encontrarán —el menor asintió con un poco de miedo— ve a la cocina y guarda en bolsas plásticas la comida enlatada que encuentres —ordeno señalando el cesto de bolsas plásticas —yo iré por un poco de ropa, no tenemos mucho tiempo

(*****)

—No temas, no te pasara nada —sonrió comenzando a caminar con algunas maletas hacia la carretera con Bill a su lado.

Tomaron un taxi sin saber a dónde ir necesariamente.

—A las afueras de la ciudad, por favor —pidió ya dentro del auto
—De acuerdo, joven —contesto el conductor

En el transcurso del viaje nadie decía nada, Bill miraba las calles por el ventanal como si nunca las hubiera visto, –y estaba en lo correcto, tenia tanto tiempo que no veía lo que hay en el mundo real–  Thomas miraba hacia el camino y el conductor  se limitaba a tararear las canciones de su reproductor.

A la hora llegaron al lugar esperado, ambos jóvenes bajaron con sus pertenencias, tomarían un bus hacia la zona Oeste del bosque donde se rentan Cabañas en fines de semana o vacaciones, ese sería su hogar hasta tener un plan convincente.

—Hemos llegado —Sonrió el trenzado llegando hasta la puerta de fierro con un gran letrero "Cabañas Franbidl"

— ¿Cómo es que conoces este lugar? Se ve hermoso –sonrió el chico mirando las flores de su alrededor

—Cuando era estudiante siempre venía aquí con mi mejor amigo —sonrió al recordar aquellos tiempo con el amigo que ahora no sabía qué era de él.

—Vamos, tenemos una vida que comenzar —ánimo al otro en todos los sentidos

Fin de flashback



(......)

— ¡Son unos idiotas, eso son! —dijo David con rabia hacia sus empleados: el doctor Franklin, Nicolás y Citlaly. Los tres en el despacho de Jost

—Perdona David, todo esto se nos está yendo de las manos, no podemos más, por favor —rogó el doctor con culpabilidad. Cuando este le había dicho al 'jefe' lo sucedido con Bill, llamo a los otros dos.

—Difícil para ti, no pueden hacer absolutamente nada bien, creía que con lo que hacía por ti y ti estúpido hospital iba a servir para que lo tuvieras más checado, ya veo que no me sirves

—Cariño, no nos hables así, no fue nuestra culpa, fue la dichosa enfermera esa —se quejó  la morena provocando más enojó a David

—Lárguense, si no lo encuentran se olvidan de mi —hablo fulminando a los empleados. Sabía que ninguno de los tres podía estar sin problemas sin él: Franklin sostenía su hospital por el capital proporcionado por David, Citlaly vivía en un techo dado  por su 'novio' y Nicolás había encontrado casa y trabajo gracias a él. Asintieron los tres sin saber la realidad que estaba tras todo esto, la maldad y juegos que David ocultaba.

(*****)

David tomaba un café frente a su socio "mano derecha" como lo llamaba.

— ¿No crees que eres muy cruel, más de lo que deberías?

—No. ¿Por qué lo dices? —Pregunto tomando un sorbo del café

—Vi como salieron esas personas de aquí, todos cabizbajos, con un semblante triste. ¿Qué es lo que planeas? Ya tienes el dinero de tu difunta

—No sé a qué te refieres, y no deberías saber mucho, Andrés —miro al joven frente a él; moreno, altura baja y mirada sutil. Era muy inteligente, perfecto para llevar los planes de su amigo a la luz —Déjame sólo un momento, necesito llamar a alguien.

El susodicho salió con la primera llamada, era inteligente y sabía que era mejor no revelarás ante él.

No sólo quiero el dinero de 'ella', quiero a Bill encerrado de por vida en esa habitación este enfermo o no, aunque... Con lo que ha pasado y pasará a de estar más que enfermo —río un poco– todas las empresas serán mías, que fácil es manipular a la gente, eres un genio, David —se aclamó recargándose en su asiento

(......)

—Hey, despertaste —sonrió Thomas sentado en el jardín fuera de la choza

—Si, ya he despertado —sonrió el pelinegro acercándose a él— ayer no pude apreciar el lugar pero, es fantástico —sonrió mirando su alrededor: pasto verde, grades árboles abundantes y pequeñas flores blancas.

—Lo sé, siempre me ha gustado este sitio —secundo el mayor

— ¿Cuánto tiempo estaremos aquí? Quiero ser libre realmente —Se sentó junto a su acompañante con cierta angustia en sus palabras

—Aún no lo sé Billy —fue lo único que contesto porque ciertamente no sabía que pasaría desde ahora.

Se acerco a él con un temblor en sus manos, quería hacerle saber que podía confiar en él, deseando también; transmitirle todo ese cariño que cada vez se hacía más claro, lo quería, lo quería mucho.

(......)

En el psiquiátrico enfermeros y personal de limpieza entraba y salía del recinto pegando carteles de búsqueda hacia Bill, preguntando en la calles dándole cierta información de paradero.

—Bill Trumper Jost, 18 años.
Reside en nuestro hospital desde hace 5 años, enfermo mentalmente de ansiedad compulsiva y otros transitorios mentales que se van apoderando de su identidad. Es peligroso para la sociedad, necesitamos encontrarlo —narro Franklin a los medios de comunicación

(*****)

—No puedo creer que nadie aquí haga su trabajó como se les ordena —suspiro Citlaly con cansancio— idiotas —murmuro mirando a lo lejos al jardinero diciendo lo que había sucedido

Flor llego hasta el lobby donde se encontraban policías y gente de seguridad del hospital, sólo deseaba que su pequeño Billy estuviera a salvo. Le habían dicho que Thomas —el cual ya odiaba— había huido con él y debían de estar juntos en estos momentos.

—Chicos —miro hacia los trabajadores del recinto— Franklin ordeno que vallamos hacia la casa del doctor Thomas, quien escapo con el paciente. —todos asintieron, tomando sus cosas para ir a buscar a los muchachos.

(......)

—Aquí estamos a salvo, ayer por la noche estaba pensando y nosotros no podemos estar solos en esto, me refiero a que tenemos que pedir ayuda, si tú no estás enfermo ellos deben pagar por todo esto— hablo el de trenzas con voz firme, era hora de empezar a actuar— esta tarde iremos a buscar a mi padre, el es un gran influyente y aunque no quiera, tendrá que ayudarnos

—Yo no estoy enfermo, yo lo probare si es necesario —contesto el pelinegro— gracias por hacer esto por mí, Thomi

Thomas sonrió acariciando su mejilla.
Lentamente se fue acercando hasta quedar a escasos segundos del rostro del pelinegro, para Bill todo era confuso, aún era muy joven pero ya estaba ahí, ya sabía que pasaría y también sabía que le iba a gustar.

El mayor comenzó a besar al chico con suma delicadeza, rosando sus labios levemente, lo tomo de la cintura pegándolo más a él, Bill respondió depositado sus manos en el cuello de su compañero, le gustaba lo que en ese momento sentía.
Se separaron lentamente, Thomas sonrió relamiendo sus labios con sabor a Bill.

—Esta tarde iremos a ver a mi padre, será mejor que tomes una ducha y después comeremos algo

—Esta bien —sonrió asintiendo. Se levantó y fue directo hacia la bañera con una sonrisa en los labios. 

sábado, 31 de agosto de 2013

Ilusión - capitulo 28º (adelanto)

Publicado por KerthyLigth en 10:15 0 comentarios
—Sigo sin creerlo— sincerizo con una sonrisa en sus labios mientras miraba el pequeño departamento del trenzado

—Créelo y también cree que desde ahora te protegeré, no haré nada contra de ti, nada en absoluto —hablo acercándose al menor mirándolo forme, transmitiéndole sus sentimientos a base del contacto entre sus miradas

—Thomas, yo... La droga... No sé qué responderte ahora, sé que me ayudas, que te importo pero; no sé qué harás mañana, no se sí me entregarás o te aburrirás manteniéndome aquí para después darme a los doctores nuevamente, no lo sé Thomas —hablo bajando levemente la mirada.

—Juro que lo que paso esa vez en el hospital no fue para hacerte mal, no lo fue Bill— se apegó a a él cuando este se alejó

—Entonces ¿Por qué lo hiciste? ¿Acaso querías hacerme daño? Yo confiaba en ti —al hablar lo hizo con la voz más tierna e inocente, al trenzando le trasmitía un escalofrío que le encantaba 


(......)

—No temas, no te pasara nada —sonrió comenzando a caminar con algunas maletas hacia la carretera con Bill a su lado.

Tomaron un taxi sin saber a dónde ir necesariamente.

—A las afueras de la ciudad, por favor —pidió ya dentro del auto
—De acuerdo, joven —contesto el conductor


(......)

—Difícil para ti, no pueden hacer absolutamente nada bien, creía que con lo que hacía por ti y ti estúpido hospital iba a servir para que lo tuvieras más checado, ya veo que no me sirves

—Cariño, no nos hables así, no fue nuestra culpa, fue la dichosa enfermera esa —se quejó de la morena provocando más enojó a David

—Lárguense, si no lo encuentran se olvidan de mi —hablo fulminando a los empleados. Sabía que ninguno de los tres podía estar sin problemas sin él: Para Franklin, David sostenía su hospital por el capital que proporcionaba, Citlaly vivía en un techo proporcionado por su 'novio' y Nicolás había encontrado casa y trabajo gracias a él. Asintieron los tres sin saber la realidad que estaba tras todo esto, la maldad y juegos que David ocultaba.

viernes, 30 de agosto de 2013

Volverte a ver - capitulo 6 (adelanto)

Publicado por KerthyLigth en 17:03 0 comentarios
—Por Tom, por Tom, por Tom— repetía en su mente yendo hacia la mesa del susodicho, reía junto a sus amigos, Georg tomaba su lugar sentado junto a su ex novio, suspiro un poco al recordar los momentos en que perdían el tiempo todos juntos, cada quien en sus asuntos pero, todos juntos.

—Tom— artículo llegando a la mesa, logrando obtener la atención de los amigos del nombrado

— ¿Te puedo ayudar en algo, Bill?— lo mío fijo, sin mostrar cariño alguno. ¿Acaso ya lo había olvidado? ¿Ya no lo quería en su vida, nunca más?

—Me preguntaba si... ¿Podemos hablar un segundo? —contesto con una pregunta, jugando con sus manos; Tom sabía lo nervioso que se encontraba, se veía lindo así, no lo negaba.


(......)

— ¿Tal vez? Gustav, no sabes nada. Sólo imagínate cómo sería verlo con algún otro chico del instituto, no sabría qué hacer, me enoja tanto —apretó sus ojos al imaginarse a su Tom rodeado de chicos coqueteándole, sus celos crecían aún más

—Necesitas tiempo, es mejor que sean amigos a simples extraños —lo ánimo

—Tal vez tengas razón —sonrió un poco más.


(......)

Más sin en cambio Bill trataba de hablar como normalmente lo hacía, a veces hablaba hasta por los codos, como decían sus amigos; pero entonces se fijó en la amistad entre su ex novio y Georg, era extraña. Georg siempre se ponía frente a Tom para hacerle favores, invitarlo a su casa, presentarle a chicos y chicas, y eso no le gustaba.



 

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